Las oficinas abiertas son, desde hace unos años, una tendencia en multitud de empresas. Siempre vinculadas a las empresas tecnológicas o de publicidad, con el paso del tiempo es necesario abrir un debate. Si tuvieras que empezar un nuevo negocio y estuvieras pensando en las oficinas de dicho negocio, ¿serían o no abiertas?
Por eso, nos vamos a centrar en este post sobre los beneficios y las desventajas de establecer una oficina abierta. Es decir, de aquellas oficinas en las que el espacio es compartido por todos los empleados.
Puntos a favor de una Oficina Abierta
En primer lugar, veamos cuáles son las ventajas de establecer una oficina abierta, tal y como veremos a continuación.
Uno de los puntos positivos de una oficina abierta reside en la facilidad de comunicación entre compañeros de equipos. Es lógico, por otra parte, puesto que se eliminan esas barreras y así se puede obtener la información necesaria de forma rápida y sencilla, así como cualquier duda o pregunta, resolviéndose al momento.
El hecho de que la oficina no tenga paredes también implica mayores relaciones sociales con el equipo y todo lo que ello implica. Ya no solo hablamos de comunicación, sino también de mayor creatividad y alegría ante la resolución de problemas. En este sentido, son fabulosos para fomentar el denominado “brainstorming”.
Todo ello habla, asimismo, de una mayor colaboración entre compañeros de trabajo. Es decir, la oficina abierta fomenta un ambiente animado, alegre y colaborativo entre los diferentes trabajadores.
Por otro lado, una oficina abierta permite una mayor luminosidad en todo el espacio, por lo que puede implicar varias cosas. Por un lado, un ahorro en el consumo de la luz artificial. Por el otro, una mayor luminosidad se vincula inevitablemente a una mayor salud para los trabajadores, tanto para paliar problemas de vista, como para la mejora de la salud mental.
Puntos en Contra de una Oficina Abierta
Si bien es cierto que la implementación de las oficinas abiertas tenían, al principio, todo puntos a favor. Con el tiempo, se han podido ver ciertas desventajas de la implementación de este tipo de oficinas.
En primer lugar, es necesario hablar de la privacidad. Los empleados se pueden sentir coaccionados y no hablar entre sí para que no se enteren el resto de personas dentro del mismo espacio.
Relacionado con este punto, la eliminación de barreras implicaba una eliminación de la jerarquía, al estar todos los empleados “al mismo nivel”. Esta afirmación, con el tiempo, no ha sido del todo refutada, puesto que tener el jefe al lado, sin barreras, puede implicar una presión extra para el empleado.
A la hora de hablar de la productividad, si bien es cierto que se caracteriza por la resolución de problemas en equipo, puede mermar el trabajo individual, al disminuir la concentración por mayores ruidos. Es decir, puede ser contraproducente para trabajos excesivamente individualistas.
De la misma forma y, tras la pandemia por Coronavirus, también se ha hecho hincapié en otro punto desfavorable para a oficina abierta, como es la mayor facilidad en la transmisión de enfermedades por vía aérea.
¿Cuál es la Mejor Opción?
Ya habrás podido comprobar que no hay una elección buena y otra mala. Hay que considerar previamente el perfil de la empresa para saber si conviene o no optar por una oficina abierta. Asimismo, no todo es blanco o negro, la solución tampoco será volver a los cubículos que creaban auténtica claustrofobia entre los trabajadores.
Una buena solución, por ejemplo, sería la creación de espacios con cristaleras donde conseguir dar esa sensación de espacio abierto y promoción del compañerismo, pero intentando limitar los ruidos entre trabajadores para así poder mejorar e ne trabajos automatizados e individuales. De todas maneras, la última palabra la tienes tu. Oficina abierta, ¿a favor o en contra?
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